Caracas.- La promesa que hizo el Ejecutivo de conectar al aparato productivo nacional con los 300 millones de habitantes que reúne el Mercado Común del Sur (Mercosur), es vista por los gremios venezolanos como una lejana oportunidad. Consideran que mientras no se revierta la política de desestímulo a la inversión, poco se podrá valer el país de la libre circulación de bienes y servicios entre las naciones miembros de la nueva alianza.
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) mediante su director, Fernando Morgado, dejó claro que no se oponen a la adhesión al Mercosur, pero destacó que la oferta del gobierno de facilitar el acceso al crédito como mecanismo para impulsar la producción y aprovechar la expansión del mercado, “no es suficiente, y no es lo más importante” para ir a competir con Argentina, Brasil y Uruguay. El quinto miembro de la alianza, Paraguay, fue suspendido temporalmente.
El pasado miércoles, el presidente Hugo Chávez cuestionó las críticas en contra de la incorporación. Apuntó que aunque existe una asimetría comercial, el ingreso al Mercosur y la mayor demanda logrará incrementar la capacidad de la industria nacional.
Sin embargo, Morgado sostuvo que los productores locales ostentan “diferencias en el gasto laboral, logístico y tributario, seguridad jurídica y control cambiario”, que los colocan en desventaja frente a sus pares sureños.
El director de la Cámara de Comercio Metropolitana, Víctor Maldonado, indicó que cuando Chávez ofrece un “mercado ampliado” lo reduce a la demanda de productos y servicios, pero recalcó que la ecuación la completa la oferta, y es allí donde Venezuela tiene “muy poco” que dar, fuera del área energética.
Viraje
Las estadísticas de manufactura del Mercosur reportan que los países de mayor peso, como es el caso de Brasil y Argentina, compiten con 290 mil industrias y 83 mil empresas, respectivamente. Maldonado dijo que Venezuela apenas cuenta con 4 mil compañías.
Señaló que el gobierno se equivoca cuando coloca en manos del sector productor el esfuerzo de la exportación, ya que asegura que “corresponde al Estado facilitar a las empresas el camino para apuntalar la producción”.
Ambos representantes empresariales creen que el Ejecutivo está en una encrucijada: o modifica las políticas económicas o la integración al Mercosur no traerá frutos.
Morgado llamó a integrar a todos los sectores en las mesas de negociación, porque alertó que el país sólo tiene cuatro años para adaptarse al bloque.
La visión del presidente de Fedeindustria, Miguel Pérez Abad, contraría a los gremios comerciales. Cree que las alianzas y tratados internacionales tienden a favorecer la economía, en especial a las Pequeñas y Medianas Industrias (pymes), por lo que apuesta a que este sector pueda ofrecer sus productos con bajos costos arancelarios, y además avizora que se multiplicarán los negocios e inversiones en el país.
Igualdad
El presidente de Consecomercio, Carlos Fernández, pidió al Ejecutivo negociar condiciones igualitarias para la inversión, de manera que las empresas venezolanas reciban las mismas facilidades que da, para asentarse en países aliados.
